Capítulo 3 - ¿Otra vida?

 Empezó enero y todo iba muy bien, había una que otra pelea, pero lo podíamos arreglar rápido, aunque luego llegábamos a durar 3 días "raros" como solías decir, aun así nunca había sido una opción terminar lo nuestro, o eso creía, llegó febrero y tuviste un nuevo grupo de "amigos" nunca me cayeron bien ciertas personas de tu círculo social, pero quien era yo para decir algo al respecto, solo hubiera parecido una loca celosa, incluso hasta "tóxica" para ti. 

Con el tiempo te fuiste distanciando, ya no sentía que me amaras, mientras más me acercaba, más te alejabas, todo empezó a detonar el día que esa misma niña te volvió a decir amor enfrente mío, me enojé demasiado contigo, pues según tú ya lo habías hablado con ella, estuvimos a punto de terminar, pero de nueva cuenta, lo pudimos, solucionar". Pero desde ahí estabas más alejado de mi y más cerca de tus "amigos", incluso querías poner horarios para vernos, ¿qué raro no? A ellos los tenías a todas horas, los 5 días de la semana y a mi, a lo mucho, 2 horas por día, y aunque buscaba mil y un maneras de estar contigo, había siempre un pero de por medio, "Estoy ocupado" "Tengo tarea" "Voy al gimnasio" "Voy a salir a tal lado" etc, etc, etc. Llegó marzo y seguíamos "raros", de un momento a otro parecía que todo iba muy bien, que éramos los de un inicio, y al siguiente estábamos mal, distantes y enojados, pero muy tarde me dí cuenta que estábamos bien estando solos y mal estando acompañados, tu me conoces muy bien, sabes que siempre he sido esa chica que sobre piensa las cosas en lo más mínimo, que podía notar tus actitudes desde la distancia, sabía cuando estabas enojado, triste, feliz, frustrado, estresado, etc, ¿lo raro? que parecías estar bien con todos menos conmigo. 

Llegó el 21 de marzo, el día de las flores amarillas y supuse que no me las darías, ya que te ví llegar sin nada, pero oh sorpresa, me las diste, estaba muy feliz cuando de repente dijiste " tenemos que hablar" yo ya sabía que pasaría, me pediste un tiempo, no lloré por orgullo, pero tus palabras aún suenan en mi cabeza con desesperación "Si encuentro a alguien más, que bien, y si tu lo encuentras también que bien". Sabía que ya tenías a alguien más y estaba bien, solo que me dolía hasta el alma por no haber echo más, cada día me preguntaba, ¿qué me faltó? ,¿por qué tuvo que ser así?, ¿qué tiene ella que no tenga yo?. Con el tiempo me dí cuenta que la única culpa que tuve en la relación, fue haberte permitido tanto, haberte perdonado lo imperdonable, y sí, aunque nunca me fuiste infiel, sí fuiste desleal, porque permitiste el " coqueteo" sabiendo que estaba mal. 

Tarde me dí cuenta, que fui mucho para ti, porque solo me faltaba arrancarme el corazón y dártelo en las manos, no me importaba nada ni nadie más que solo "nuestro" bienestar, mejor dicho TÚ bienestar. Con el tiempo me fuiste decepcionando más y más, a tal grado que todo sentimiento hacía ti se desvaneció, te podría decir que te odio, pero eso sería sentir algo por ti, y yo perdí hasta el respeto que te tenía, así que, como último acto de amor, te dejo ir y ser feliz, espero en Dios que te des cuenta que yo te amaba tanto y que te dí tanto, que el día en que te des cuenta que no hay nadie como yo, no me busques, porque me habré ido como un día lo quisiste. 

Sé que ahora pensaras que no amaré a nadie más que no seas tú, pero estas muy equivocado, porque aún tengo mucho amor en mi para demostrar, pensaras que nadie me amará como tú lo hiciste, pero esa es la idea, espero que no sea así, porque significará que sigo hundida en eso que llamas "amor", y por eso mismo prefiero una y mil veces sentir el amor con alguien más a vivir otra vida a tú lado, porque eso ni siquiera se llamaría vida.